Se supone que los momentos más importantes
de nuestra vida son aquellos que han marcado nuestra forma de ver el mundo,
nuestro comportamiento y modo de actuación para con los demás, y que en definitiva,
nos han hecho ser las personas que a día de hoy somos.
Ayer se nos mandó la tarea de pensar sobre
nuestro pasado, volver a nuestros orígenes y encontrar aquellos momentos que
han marcado un antes y un después. Al principio me sorprendió bastante que un
profesor se interesase por mi historia, pero poco a poco fui cambiando de
parecer. Conocernos a nosotros mismos, comunicar nuestra condición como
personas y ser capaces de decirlo todo de una forma interesante es una ardua
labor. Sin embargo, aspiro a ser una publicista creativa capaz de generar en el
receptor emociones que le atraigan, de modo que me tomé esta tarea como un
primer paso en mi carrera: conseguir venderme a mí misma, impregnando al lector
de mis propias emociones.
Para hacernos una idea de cómo poder
comunicar nuestros momentos más importantes, se reprodujeron en el aula los
primeros minutos de la película de animación Up, que a continuación
adjunto.
Es curioso que un ejercicio
que a priori puede parecer sencillo, sea tan lucrativo. Recomiendo sinceramente
a todo aquel que lea esto que se pare a pensar por un segundo en todo aquello
que ha vivido, en las aventuras, en las alegrías y los disgustos, en los
desamores, en todas las personas que han pasado por su vida, tanto los que se
han quedado como los que ya no van a volver... Parece fácil, pero plasmar una
vida entera en un papel conlleva un gran esfuerzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario