Hoy se ha visionado en el aula una de las conferencias del evento anual TED, al que algunos de
los pensadores y emprendedores más importantes del mundo están invitados a
compartir lo que más les apasiona. Nos
encontramos frente la charla de Ken Robinson, educador, escritor y
conferencista británico: “Las escuelas matan la creatividad”, que
adjunto a continuación.
Entendiendo creatividad como
“el proceso de tener ideas originales que tengan valor”, Ken Robinson
sostiene que la evidencia de la creatividad humana es extraordinaria desde el
momento en el que nacemos. El problema es que malgastamos ese talento dando
mayor importancia a la alfabetización que a la creatividad en la enseñanza.
Además, otro de los problemas de la enseñanza es el paso del tiempo: se nos
educa para ser alguien en un futuro, cuando no se sabe nada sobre él, curioso.
Por otra parte, otro de los
cánones establecidos en nuestro sistema educativo es el de que las
equivocaciones están mal valoradas. Al igual que sostiene Paulo Freire, la
alfabetización debería servir para concientizar, es decir, un modelo de “ensayo
y error”, en el que equivocarse valga lo mismo que acertar. Si no estás dispuesto a estar equivocado, será imposible
que des con algo creativo. A los niños no les importa confundirse, les
basta con intentarlo. Desgraciadamente, cuando llegamos a adultos perdemos esa
capacidad, adquiriendo miedo a errar.
He encontrado un vídeo
interesante de la última campaña de Palacios, que muestra esas diferencias
entre los adultos y los niños: “Cuando
somos pequeños, somos 100% naturales, no ponemos filtros a nuestras respuestas
y decimos siempre lo que pensamos. Con el paso del tiempo, a veces perdemos esa
naturalidad”
Por
tanto, el sistema educativo actual está teniendo como resultado la eliminación de
la creatividad de la educación. Ha de remarcarse que no es, en este caso, el
sistema educativo español el único que desvalora la creatividad, sino que todos
los sistemas poseen la misma jerarquía en cuanto a materias: primero las matemáticas
y los idiomas, seguido de las humanidades, y en último lugar, las artes.
Deberíamos
preguntarnos todos porque no se valora con la misma importancia las matemáticas
que el arte, ya que a muchos nos habrán dicho en casa cuando llegábamos con las
notas que gimnasia, plástica o música que no eran asignaturas tan importantes como
el resto, que no conseguiríamos llegar a nada con ellas. Ken Robinson propone como respuesta que el
propósito de nuestro sistema educativo radica en la obtención de resultados, el
triunfo, de modo que las materias más útiles para el trabajo estarán en la
parte superior.
Se va a basar la inteligencia en la idea de la habilidad
académica. Sin embargo, las notas obtenidas en el colegio no resumirán la inteligencia del alumno, simplemente que habrá entrado en la rueda actual del sistema
educativo.
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