miércoles, 2 de marzo de 2016

COMENTARIO DE UNA FOTOGRAFÍA. LIBERTAD.



Hoy se nos ha pedido comentar, a libre elección, una de las fotografías expuestas en la sala de Exposiciones del Campus María Zambrano titulada "Arco de Probabilidad".









Esta serie, citando a su  autor Javier Herrero Valle de su página web: http://www.javierherrero.es/arco-de-probabilidad/  "habla de la relación de la fotografía con el azar, del azar con la naturaleza; y de la naturaleza, con el ser humano. Un pequeño viaje interior a diferentes territorios con los que quise experimentar."

No solo ha sido él quien ha experimentado con esta exposición, sino que ha sido capaz  de recrear en los receptores emociones.





Fueron varias las fotografías que me llamaron la atención, sin embargo, hubo una que despertó en mi cierta inquietud y que aquí adjunto.
Se trata de una fotografía sencilla, en blanco y negro, que sitúa a una mujer en el centro de una carretera. El hecho de que el autor no haya incluido título en el pie de la imagen da rienda suelta a la imaginación del receptor para contextualizar en su propia mente la fotografía y darle un sentido propio. En mi caso, representa la libertad, y la decisión propia de cada uno para tomar su camino. Asimismo, me hizo plantarme varias cuestiones como, por ejemplo, ¿Qué entendemos por libertad? o quizá  ¿Somos esclavos de nosotros mismos?
Una de las acepciones que recoge la RAE de libertad es la siguiente: "Facultad que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos".  De este modo, somos libres cada vez que tomamos nuestras propias decisiones y acatamos responsabilidad de nuestros actos, y por contraposición, nos sentiremos esclavos cuando veamos que las obligaciones, tanto externas como internas, nos superan.
Si nos planteamos obligaciones que no seremos capaces de alcanzar nos estaremos convirtiendo en esclavos de nosotros mismos y de nuestro propio pensar.  La libertad, es entonces, una condición necesaria para nuestro bienestar.
Como conclusión, hemos de ser libres para escribir y reescribir nuestra propia historia, ya que solo de los errores se aprende, pero tenemos que errar por culpa propia, no de los demás.
 
 

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