Hoy se nos ha reproducido en el aula una entrevista a Gonzalo Vivían realizada por Agustín García Matilla. En esta entrada voy a hacer un breve resumen de aquellas ideas fundamentales que he creído necesario extraer del vídeo.
Puede encontrarse una biografía detallada de Gonzalo Vivian pinchando en el siguiente enlace:
Se
realizan una serie de cuestiones en el vídeo que adjunto arriba a Gonzalo Vivian, de las cuales he extraído las
ideas fundamentales:
La
cultura es aquello que hace el hombre todos los días.
¿Se
valora la formación artística?, responde que actualmente se somete a los
alumnos a un programa que no les tiene en cuenta. Debería reconocerse a los
alumnos y adaptar los contenidos a sus necesidades y aptitudes, dejándoles
desarrollar sus propias capacidades individuales, pues en el fondo, el arte es
propio.
¿Qué
es para ti ser creativo? A esta preguntado el entrevistado responde con una
frase que a mi parecer es excepcional: ser consciente de uno mismo. Sin embargo,
existen numerosos prejuicios sobre la creatividad. Afirmar no ser creativo es
como negar la propia existencia del ser humano: todos tenemos potencial
creativo, solamente hay que aprender a verlo y valorarlo, ya que puede haber
dotación creativa en cualquier parte.
¿El
esfuerzo promueve la creatividad? Conocemos nuestra habilidad con la
reiteración (modelo conductista citado en entradas anteriores). La vocación
surge con el trabajo: “No hay obra sin
trabajo”, de hecho, el trabajo gratifica, pues produce tanto una
satisfacción personal como un reconocimiento social.
Equivocarse
no es errar. Además, el profesor (facilitador y orientador) tiene que lograr
seducir a los alumnos (mediante argumentos, su temperamento…) Sin embargo, al
profesional en educación se le exige cumplir un programa pero a la vez se le
insinúa que debe innovar. Se trata de un planteamiento curioso pues, puede que
ese programa dictado sea bueno, pero quizá no el mejor. Se ha de inquietar al
alumno, motivarle creándole incertidumbre que dé lugar a un feedback
alumno-profesor. De este modo, Gonzalo Vivian plante la Pedagogía de la
Pregunta frente a la de la Respuesta, es decir, hacer al alumno buscar las
respuestas, pues si se las das hechas se
acostumbra y pierde el interés. Se trata de un aprendizaje libre, lúdico e
interesante no solo para el alumno, sino también para el profesor, basado en
una construcción pausada y continua hasta que se convierte en costumbre.
“Creación de un
pregunta que no me privo a responder”
Propone
compatibilizar la disciplina con lo lúdico: el juego es un camino posible en la
educación a todas las edades.
Una
dificultad no imposibilita. Deberíamos preguntarnos si aprovechamos bien
nuestras capacidades.
Se
ha de vincular las imágenes con el pensamiento. Cuando un individuo se ve
sometido, se plantea preguntas que darán respuesta justificada a sus dilemas.
Sin embargo, la ausencia de palabra en una imagen imposibilita llegar a un
juicio exacto a nivel interpretativo.
¿Qué
opina de los aparatos electrónicos? A esta pregunta, Gonzalo Vivian responde que
están bien hasta el momento en el que se convierten en una dependencia del
individuo. No debemos sobrepasar el protagonismo que le damos a los aparatos
tecnológicos.
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