"Donde la prensa es libre y todo hombre
es capaz de leer, todo está salvado"
Thomas Jefferson.
La
falta de alfabetización ha servido siempre para que una minoría sometiera al
conjunto de la ciudadanía, pues esta era fácil de manipular. De este modo, el
fracaso en la animación lectora aumenta la brecha entre los poderosos y los que
se dejan dominar.
A
principios del siglo XX había en España un 60% de personas analfabetas. A fecha
de 2011, más de 840.000 personas residentes en nuestro país no sabían ni leer ni escribir, y de ellas, casi el 70% eran mujeres
(571.600), según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Según el Informe de Seguimiento de la Educación para Todos (EPT)
realizado por la Unesco en el 2015, aún existen 781 millones de personas
analfabetas en todo el mundo, siendo la mayoría de ellas
niñas y mujeres.
A
principios del siglo XXI, se han registrado datos preocupantes acerca de la
lectura en España: un 50% de las personas no leen. El propio sistema va en
contra de promover la lectura, teniendo los libros impresos un IVA reducido al 4%, mientras que el de los libros electrónicos asciende al 21%. En mi opinión, los libros son motores de
adquisición y transferencia de conocimiento, de modo que deben ser tratados
como productos básicos para apoyar la lectura, la educación y la economía.
La
Unión Internacional de Editores aboga por un cambio a una tasa cero de IVA en
todos los libros por beneficios sociales, culturales y económicos a medio y
largo plazo.
“La reducción del IVA en los libros
electrónicos tiene sentido obvio si queremos mantener una lectura asequible,
independientemente del formato”
José Borghino (Policy Director de la IPA)
José Borghino (Policy Director de la IPA)
Asimismo,
en los colegios se llevan a cabo proyectos para promover la lectura. Sin
embargo, se trata de intentos fallidos, pues los alumnos la conciben como una imposición y consecuentemente la rechazan. Además, los libros clásicos no suelen ser de interés para el alumno, de modo que se ha de incentivar una lectura que implique sentirse atraído por el libro, que te enganche.
Finalmente, quiero acabar esta entrada con una reflexión del escritor estadounidense Ray Douglas Bradbury, creador de la obra Crónicas marcianas (1950) y la novela distópica Fahrenheit 451 (1953).
Finalmente, quiero acabar esta entrada con una reflexión del escritor estadounidense Ray Douglas Bradbury, creador de la obra Crónicas marcianas (1950) y la novela distópica Fahrenheit 451 (1953).
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