Ayer se visualizó
en el aula un vídeo del programa de televisión Redes, dirigido por Eduard
Punset. Se trata de un programa de divulgación científica emitido en RTVE, al
que se invitó a Howard Gardner.
Para visualizar el video de Redes,
puede hacerse en el siguiente link:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-inteligencias-multiples-educacion-personalizada/1270216/
“La irrupción
de las nuevas tecnologías nos obliga a educar a los niños de una manera
distinta”
Howard Gardner.
Howard Gardner.
La pregunta fundamental que se
plantea en este documental es la siguiente: ¿Por qué tenemos que llamar
inteligentes a las personas buenas con los números y solo talentosos a aquellos
que dominan el tono, la armonía o el timbre? Según Gardner, no hay nadie que le
haya dado todavía una respuesta buena. El porqué de esta pregunta se deriva de que entendamos por inteligencia. Para Gardner, podría
definirse como palabra propiedad del agente del coeficiente intelectual. Sin embargo, se asemeja al potencial que una persona tiene, su talento, existiendo multiplicidad de estos.
Creemos que la inteligencia de un
niño depende de las notas que obtiene en la escuela, mas esas calificaciones no
determinan su inteligencia. Asimismo, se ha generalizado la idea de que los
test de coeficiente intelectual permiten medir la capacidad intelectual. Sin
embargo, los resultados pueden variar dependiendo de la concentración y de
hecho, un estudio reciente afirma que la calificación obtenida puede aumentar o
disminuir entre los 12 y 20 años, es decir, mientras que la plasticidad del
cerebro está cambiando. Esto nos permite afirmar que nada es permanente, y por
consiguiente, es necesario seguir aprendiendo.

Un test que presente un mal
resultado suele asociarse con una condena al fracaso. Sin embargo, el
desarrollo de nuestras capacidades no tiene por qué tener lugar a la vez que las
del resto, y además no representa un obstáculo para la realización personal. Creer en
una inteligencia única es algo muy occidental, por ejemplo y en contraposición, en Asia se cree en la inteligencia
del progreso. De modo que cuando pretendemos llegar a algo en nuestras vidas,
tendrán más que ver las oportunidades que
los resultados de un test. En definitiva, el test de coeficiente intelectual
determinará si tenemos éxito en un colegio u otro, pero cuando sales de ahí es
el momento en el que entran en juego las otras inteligencias, es decir:
- Visual-espacial
- Verbal
- Kinestésica
- Lógico -matemática
- Musical
- Intrapersonal
- Interpersonal
- Naturalista
El título del documental sugiere
que aceptar la idea de la existencia de múltiples inteligencias nos llevará a
una formación personalizada. La imagen que tenemos a la derecha presenta un supuesto examen para unos animales. El profesor informa que para que sea justo, se examinarán todos en una misma prueba: trepar un árbol. El mono sacará un 10, mientras que a animales como el pez, les será imposible si quiera aprobar.
En otras palabras, puesto que todas las personas
somos distintas y no todas aprendemos de la misma manera, se ha de ofrecer a
cada alumno una educación que se adapte a su ritmo de aprendizaje y pasiones.
Las nuevas tecnologías nos permiten que esto pueda llevarse a cabo, tornando el
papel de maestro en aquel que asesorará en el uso de las tecnologías, pues los
alumnos son responsables ahora de su propia educación. Los profesionales de la educación
ya no son la fuente de conocimiento y
sabiduría por excelencia, de modo que se dota al alumno de una mayor independencia
y autonomía. A día de hoy se trata de un ideal, pero tras la revolución digital estamos más cerca que nunca.

Como conclusión, ha de remarcarse
que el mayor logro alcanzado por la teoría de las inteligencias múltiples ha
sido liberarnos del estigma social que proponía que un suspenso en el test de
inteligencia conllevaba que no fueras apto. Unos manejamos mejor unas
inteligencias que otras, pues como se ha dicho, somos similares genéticamente pero
no desde una perspectiva intelectual.
El impacto de la idea de Howard
Gardner en la educación ha sido enorme. Hace dos décadas la enseñanza
personalizada era una utopía, mientras que ahora tenemos las herramientas necesarias para producir una revolución
en la educación. Cada vez más se está fomentando una educación destinada a que
cada alumno encuentre su elemento, donde es fuerte, en definitiva, su
inteligencia.
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